4 nov 2013

¡PRENDED LA LLAMA!



Siento una gran admiración por un puñado de dúos musicales hombre-mujer que funcionan muy bien, y ya he escrito de unos cuantos... Considero el dato anecdótico, porque el sexo de los integrantes no debe ser determinante en el aspecto de la calidad musical. Sé que existen dúos solo masculinos o solo femeninos que cumplen estupendamente, pero todos los que a mí me gustan son parejas mixtas que crean e interpretan música de maravilla, para estilos musicales que no tienen nada que ver entre ellos. No debe ser pura casualidad, aparte de que el sonido me agrade, creo que esta atracción mía depende bastante de las voces: si hay repartición de canciones o duetos, mejor, más variedad.


ZAPATOS ENSANGRENTADOS

Uno de los más recientes dúos chico-chica que me atrajeron compone rock puro y duro, sin fusiones con otros estilos. Son de esos que lo cocinan todo ellos solitos. Se llaman “Zapatos rojo sangre” (Blood Red Shoes). El nombre no hace alusión a nada escabroso o violento; es una anécdota extraída de un musical de Fred Astaire y Ginger Rogers, donde esta última comentaba que, de tanto ensayar se hacía sangre en los pies, y sus zapatos blancos de baile se estaban volviendo rojos.



Británicos (de Brighton), los integrantes son Laura-Mary Carter y Steven Ansell. Llevan juntos desde hace casi una década, y a pesar de su juventud, cada uno había pertenecido a diversas bandas hasta que estando ambos huérfanos musicalmente, se conocieron y decidieron formar este proyecto en común, debido a sus afines intereses musicales.



La receta es muy sencilla: quien conozca a los famosos y ya separados The White Stripes sabrán que su música era rock independiente basado únicamente en guitarra y voz (masculina) y batería (tocada por la chica)

Los Blood Red Shoes lo hacen al revés. Laura-Mary es la encargada de la guitarra eléctrica, y Steven es el batería. Ambos son vocalistas, aunque yo diría que él acapara más líneas vocales que ella.



Siendo solo dos y con dos instrumentos para todas las canciones, su sonido se “cala” rápido, es muy inmediato. Aunque al oído suenen sencillos y más o menos lineales, son un dúo que fusionan unas cuantas variantes de rock para crear una modalidad muy suya. El resultado yo lo considero ideal, al encajar plenamente con mis gustos. Se les compara algo con los nombrados The White Stripes, pero Blood Red Shoes son más rápidos y potentes, mucho más guitarreros. La fuerza y la melodía, junto a  las licencias poco convencionales al componer la estructura de algunos temas, encajarían dentro del rock alternativo. Las canciones más potentes se acercan al grunge; las más rápidas, al punk. Tampoco debemos pasar por alto la producción poco limpia, propia del garage rock. Un sonido un poquito sucio, casero; en definitiva más puro, con poco pulido en el estudio.



Esas son las etiquetas que yo les otorgaría (lo he comentado con anterioridad: los rótulos musicales no me condicionan, pero me gustan, me ayudan a “visualizar” los sonidos)



Entre otras, estas son sus influencias reconocidas por ellos (pongo a los artistas que yo conozco): Nirvana, Queens of the Stone Age, Pixies, Sonic Youth, PJ Harvey o Blur.


Hay algunas peculiaridades de Blood Red Shoes que me llaman poderosamente la atención:



La primera, que por una vez los escucho porque me gusta más la voz masculina que la femenina. Ella es correcta, pero él es el ejemplo perfecto de expresividad y de garra, con su voz algo aguda pero no estridente, sin dejar de ser apacible.

También es curioso que un batería sea la voz principal.



Importante también me parece que una chica sea la guitarrista. Hay mujeres con aptitudes rockeras tan aplastantes como las de los hombres; pero es poco frecuente que, aparte de cantar, toquen algún instrumento. Si lo hacen, suele ser el bajo o la guitarra rítmica, pero es todavía más insólito que una mujer sea la guitarrista principal (es este caso, única). No sé explicar por qué aprecio su técnica, pero Laura-Mary Carter es muy buena. Expresiva y ágil. Da vida a las notas y acordes, no son mero adorno o fondo para que se cante sobre ellas.



Más detalles a comentar es que Laura y Steven tienen mucha química sobre el escenario. También son muy entregados y atentos con su público. No les he visto en directo, pero sí actuaciones suyas por la red. Dos artistas muy cercanos y sencillos, alejados de los excesos, polémicas o aspecto estrafalario, ni siquiera llamativo, de las estrellas del rock. Más bien al revés: son simpatizantes por ejemplo de la campaña anti-racismo Love Music Hate Racism (LMHR), y han apoyado la igualdad de género en el arte y la música actuando en algún festival feminista.

Son todavía bastante jóvenes, pero ya han conseguido publicar tres discos: Box of Secrets (2008), Fire Like This (2010) y In Time To Voices (2012). Aparte, tienen demos, EP y singles que un seguidor coleccionista puede ir recopilando.

Parecen en buena forma compositiva, y así lo han visto también los críticos profesionales, que han acogido bastante bien sus tres lanzamientos. Por tanto, todos confiamos en que su carrera se dilate durante muchos más años. Ojalá sepan seguir estirando el estilo tan “cerrado” que tienen, que no se agote la creatividad ni empiecen a ofrecernos el mismo disco una y otra vez.


UN FUEGO COMO ESTE

Sus tres larga duración hasta la fecha me parecen buenos, pero es el segundo el que más me atrapa, el que puedo escuchar de principio a fin con más facilidad, con en el que más rápido se me pasan las canciones. Un poco más elaborado musicalmente, con voces más repartidas, y con temas sorprendentes que se alejan un poco de lo ya escuchado en este tipo de música.



Son 41 minutos que pesan lo suficiente, y al “encenderse” están así repartidos:


1. DON’T ASK

Desde el primer segundo, entramos de lleno en lo que mejor saben aportarnos: guitarreo y percusión, rápidos como un rayo y certeros como una flecha. Laura es la primera en cantar, comienza el estribillo, aunque rápidamente Steven la acompaña, encargándose él de cantar el resto de canción. La letra, como es casi ley, trata temas introvertidos pero bastante serios (reproches, en este caso)



Fue uno de los temas elegidos para presentar el disco, con un video sencillo:




2. LIGHT IT UP

Otro de los más representativos, este comienza más pausado, con riffs más benevolentes y Steven de lo más entregado, con esa voz clara que se proyecta tan bien. El estribillo pegadizo aporta el resto de energía que faltaba, y además suena a himno, a reivindicación personal, con Laura haciendo coros.

Video: 



3. IT IS HAPPENING AGAIN

Comienza fuerte, como la primera canción. Luego baja algo los decibelios pero los recupera en las partes más pegadizas del tema. En esta ocasión es Laura la protagonista vocal, con Steven coreando los dos únicos estribillos que hay. Aunque más discreta que su compañero, creo que se desenvuelve muy bien tocando y cantando a la vez estrofas sobre el agobio emocional y su consecuente vacío. 


4. WHEN WE WAKE



Balada que posee cierta dulzura resultado de su comienzo pausado, medio acústico. Poco a poco va creciendo hasta ofrecer la potencia usual, sin abandonar la lentitud. Está compuesta de manera algo diferente a lo habitual: dos partes melódicas diferentes que se van repitiendo mientras la fuerza del tema va aumentando. En esta ocasión (de las pocas) es Laura la única que canta todo el tema.

Todas esas características, junto a la belleza melancólica y anhelante de la letra, la hacen muy llamativa y bonita.


5. KEEPING IT CLOSE



Este pegadizo tema suena en todas sus facetas con una marcada herencia _grunge_ (como Nirvana, para entendernos) Steven vuelve a recuperar protagonismo con su manera gentil pero seria de derramar las notas, sin olvidar el acompañamiento de Laura, que esta vez suena más etérea que nunca, regalando en realidad más ambiente que coro. Buenísimo.


6. COUNT ME OUT



Se inicia a medio ritmo, y así Laura presenta las estrofas con su humilde suavidad, para que posteriormente sea su compañero quien de nuevo se encargue de la parte que requiere mayor volumen sonoro. Otro tema que se pega en el cerebro, y que es en definitiva espectacular.


7. HEARTSINK



Single del disco, por tanto ahí va el video oficial:


Aunque la letra vuelva a los derroteros pesimistas, el sonido que el dúo ofrece en esta ocasión me parece algo más desenfadado de lo habitual, casi apetece bailotear a su ritmo. Otra gran lección vocal de Steven, y no puedo más que repetir también lo bien que ambos exprimen las posibilidades de sus instrumentos.



8. FOLLOW THE LINES



Laura vuelve a tomar las riendas de otro tema más contenido que otras, más “amable”. La guitarra acompaña y la percusión no varía apenas en su ritmo. Un medio tiempo que me gusta precisamente porque también destaca sin haberse compuesto precisamente para ser de las más llamativas.



9. ONE MORE EMPTY CHAIR



De nuevo, tirando hacia la fórmula ganadora: comiendo a medio gas con voz femenina, puente a dúo y explosión “estribillística” a cargo de la voz masculina. Guitarra y batería que se abrazan, emoción casi literaria en las letras. Como novedad, hay al acabar un postludio acústico que por una vez aporta algún instrumento nuevo: violín y violonchelo. Temazo sin discusión posible.


10. COLOURS FADE



Acabamos este trabajo tan completo con casi siete minutos de tema que recuerda notablemente al rock psicodélico del que también se influencian Steven y Laura. Al principio es una canción repetitiva donde la música es más rítmica que nada. Él canta, ella le acompaña a dúo en la siguiente parte, después se disgregan y cada uno va hacia un lado en el sencillo estribillo. Y vuelta a empezar. Es una canción muy hipnótica que termina apagándose lentamente como los colores de su título, como ese fuego de la portada que amenaza con extinguirse.


PD: DISEÑO EXTERIOR

En la foto que adjunto, se ve que el artwork  está en consonancia con las canciones, tampoco es necesario adornar mucho. La carátula es un montaje visual con unas manos que ofrecen un fuego de color azul. Es un diseño sencillo realizado por la propia Laura-Mary, que también se encarga de esta labor en todos los lanzamientos del dúo.



Interiormente, se nos regalan las letras impresas como si estuvieran manuscritas (se entienden bien). Hay además fotografías muy buenas, en tono azul muy oscuro e intenso. Muestran interiores, exteriores, y dos de ellas resaltan las oscuras siluetas de los integrantes sobre un fondo acuático. Las imágenes están tomadas y editadas también por ellos mismos.

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