Siento una gran admiración por un
puñado de dúos musicales hombre-mujer que funcionan muy bien, y ya he escrito
de unos cuantos... Considero el dato anecdótico, porque el sexo de los
integrantes no debe ser determinante en el aspecto de la calidad musical. Sé
que existen dúos solo masculinos o solo femeninos que cumplen estupendamente,
pero todos los que a mí me gustan son parejas mixtas que crean e interpretan
música de maravilla, para estilos musicales que no tienen nada que ver entre
ellos. No debe ser pura casualidad, aparte de que el sonido me agrade, creo que
esta atracción mía depende bastante de las voces: si hay repartición de
canciones o duetos, mejor, más variedad.
ZAPATOS ENSANGRENTADOS
Uno de los más recientes dúos
chico-chica que me atrajeron compone rock puro y duro, sin fusiones con otros
estilos. Son de esos que lo cocinan todo ellos solitos. Se llaman “Zapatos rojo
sangre” (Blood Red Shoes). El nombre no hace alusión a nada escabroso o
violento; es una anécdota extraída de un musical de Fred Astaire y Ginger
Rogers, donde esta última comentaba que, de tanto ensayar se hacía sangre en
los pies, y sus zapatos blancos de baile se estaban volviendo rojos.
Británicos (de Brighton), los
integrantes son Laura-Mary Carter y Steven Ansell. Llevan juntos
desde hace casi una década, y a pesar de su juventud, cada uno había
pertenecido a diversas bandas hasta que estando ambos huérfanos musicalmente,
se conocieron y decidieron formar este proyecto en común, debido a sus afines
intereses musicales.
La receta es muy sencilla: quien
conozca a los famosos y ya separados The White Stripes sabrán que su música
era rock independiente basado únicamente en guitarra y voz (masculina) y
batería (tocada por la chica)
Los Blood Red Shoes lo hacen al
revés. Laura-Mary es la encargada de la guitarra eléctrica, y Steven es el
batería. Ambos son vocalistas, aunque yo diría que él acapara más líneas
vocales que ella.
Siendo solo dos y con dos
instrumentos para todas las canciones, su sonido se “cala” rápido, es muy
inmediato. Aunque al oído suenen sencillos y más o menos lineales, son un dúo
que fusionan unas cuantas variantes de rock para crear una modalidad muy suya.
El resultado yo lo considero ideal, al encajar plenamente con mis gustos. Se
les compara algo con los nombrados The White Stripes, pero Blood Red Shoes
son más rápidos y potentes, mucho más guitarreros. La fuerza y la melodía,
junto a las licencias poco
convencionales al componer la estructura de algunos temas, encajarían dentro
del rock alternativo. Las canciones más potentes se acercan al grunge; las
más rápidas, al punk. Tampoco debemos pasar por alto la producción poco
limpia, propia del garage rock. Un sonido un poquito sucio, casero; en
definitiva más puro, con poco pulido en el estudio.
Esas son las etiquetas que yo les
otorgaría (lo he comentado con anterioridad: los rótulos musicales no me
condicionan, pero me gustan, me ayudan a “visualizar” los sonidos)
Entre otras, estas son sus
influencias reconocidas por ellos (pongo a los artistas que yo conozco): Nirvana, Queens of the Stone Age, Pixies, Sonic Youth, PJ Harvey o Blur.
Hay algunas peculiaridades de
Blood Red Shoes que me llaman poderosamente la atención:
La primera, que por una vez los
escucho porque me gusta más la voz masculina que la femenina. Ella es correcta,
pero él es el ejemplo perfecto de expresividad y de garra, con su voz algo
aguda pero no estridente, sin dejar de ser apacible.
También es curioso que un batería
sea la voz principal.
Importante también me parece que
una chica sea la guitarrista. Hay mujeres con aptitudes rockeras tan
aplastantes como las de los hombres; pero es poco frecuente que, aparte de
cantar, toquen algún instrumento. Si lo hacen, suele ser el bajo o la guitarra
rítmica, pero es todavía más insólito que una mujer sea la guitarrista
principal (es este caso, única). No sé explicar por qué aprecio su técnica,
pero Laura-Mary Carter es muy buena. Expresiva y ágil. Da vida a las notas y
acordes, no son mero adorno o fondo para que se cante sobre ellas.
Más detalles a comentar es que
Laura y Steven tienen mucha química sobre el escenario. También son muy
entregados y atentos con su público. No les he visto en directo, pero sí
actuaciones suyas por la red. Dos artistas muy cercanos y sencillos, alejados
de los excesos, polémicas o aspecto estrafalario, ni siquiera llamativo, de las
estrellas del rock. Más bien al revés: son simpatizantes por ejemplo de la
campaña anti-racismo Love Music Hate Racism (LMHR), y han apoyado la igualdad
de género en el arte y la música actuando en algún festival feminista.
Son todavía bastante jóvenes,
pero ya han conseguido publicar tres discos: Box of Secrets (2008), Fire
Like This (2010) y In Time To Voices (2012). Aparte, tienen demos, EP y singles que un seguidor coleccionista puede ir recopilando.
Parecen en buena forma
compositiva, y así lo han visto también los críticos profesionales, que han
acogido bastante bien sus tres lanzamientos. Por tanto, todos confiamos en que
su carrera se dilate durante muchos más años. Ojalá sepan seguir estirando el
estilo tan “cerrado” que tienen, que no se agote la creatividad ni empiecen a
ofrecernos el mismo disco una y otra vez.
UN FUEGO COMO ESTE
Sus tres larga duración hasta la
fecha me parecen buenos, pero es el segundo el que más me atrapa, el que puedo
escuchar de principio a fin con más facilidad, con en el que más rápido se me
pasan las canciones. Un poco más elaborado musicalmente, con voces más
repartidas, y con temas sorprendentes que se alejan un poco de lo ya escuchado
en este tipo de música.
Son 41 minutos que pesan lo
suficiente, y al “encenderse” están así repartidos:
1. DON’T ASK
Desde el primer segundo, entramos
de lleno en lo que mejor saben aportarnos: guitarreo y percusión, rápidos como
un rayo y certeros como una flecha. Laura es la primera en cantar, comienza el
estribillo, aunque rápidamente Steven la acompaña, encargándose él de cantar el
resto de canción. La letra, como es casi ley, trata temas introvertidos pero
bastante serios (reproches, en este caso)
Fue uno de los temas elegidos
para presentar el disco, con un video sencillo:
2. LIGHT IT UP
Otro de los más representativos,
este comienza más pausado, con riffs más benevolentes y Steven de lo más
entregado, con esa voz clara que se proyecta tan bien. El estribillo pegadizo
aporta el resto de energía que faltaba, y además suena a himno, a
reivindicación personal, con Laura haciendo coros.
Video:
3. IT IS HAPPENING AGAIN
Comienza fuerte, como la primera
canción. Luego baja algo los decibelios pero los recupera en las partes más
pegadizas del tema. En esta ocasión es Laura la protagonista vocal, con Steven
coreando los dos únicos estribillos que hay. Aunque más discreta que su
compañero, creo que se desenvuelve muy bien tocando y cantando a la vez
estrofas sobre el agobio emocional y su consecuente vacío.
4. WHEN WE WAKE
Balada que posee cierta dulzura
resultado de su comienzo pausado, medio acústico. Poco a poco va creciendo
hasta ofrecer la potencia usual, sin abandonar la lentitud. Está compuesta de
manera algo diferente a lo habitual: dos partes melódicas diferentes que se van
repitiendo mientras la fuerza del tema va aumentando. En esta ocasión (de las
pocas) es Laura la única que canta todo el tema.
Todas esas características, junto
a la belleza melancólica y anhelante de la letra, la hacen muy llamativa y
bonita.
5. KEEPING IT CLOSE
Este pegadizo tema suena en todas
sus facetas con una marcada herencia _grunge_ (como Nirvana, para entendernos) Steven
vuelve a recuperar protagonismo con su manera gentil pero seria de derramar las
notas, sin olvidar el acompañamiento de Laura, que esta vez suena más etérea
que nunca, regalando en realidad más ambiente que coro. Buenísimo.
6. COUNT ME OUT
Se inicia a medio ritmo, y así
Laura presenta las estrofas con su humilde suavidad, para que posteriormente
sea su compañero quien de nuevo se encargue de la parte que requiere mayor
volumen sonoro. Otro tema que se pega en el cerebro, y que es en definitiva
espectacular.
7. HEARTSINK
Single del disco, por tanto ahí
va el video oficial:
Aunque la letra vuelva a los
derroteros pesimistas, el sonido que el dúo ofrece en esta ocasión me parece
algo más desenfadado de lo habitual, casi apetece bailotear a su ritmo. Otra
gran lección vocal de Steven, y no puedo más que repetir también lo bien que
ambos exprimen las posibilidades de sus instrumentos.
8. FOLLOW THE LINES
Laura vuelve a tomar las riendas
de otro tema más contenido que otras, más “amable”. La guitarra acompaña y la
percusión no varía apenas en su ritmo. Un medio tiempo que me gusta
precisamente porque también destaca sin haberse compuesto precisamente para ser
de las más llamativas.
9. ONE MORE EMPTY CHAIR
De nuevo, tirando hacia la
fórmula ganadora: comiendo a medio gas con voz femenina, puente a dúo y
explosión “estribillística” a cargo de la voz masculina. Guitarra y batería que
se abrazan, emoción casi literaria en las letras. Como novedad, hay al acabar
un postludio acústico que por una vez aporta algún instrumento nuevo: violín y
violonchelo. Temazo sin discusión posible.
10. COLOURS FADE
Acabamos este trabajo tan completo
con casi siete minutos de tema que recuerda notablemente al rock psicodélico
del que también se influencian Steven y Laura. Al principio es una canción
repetitiva donde la música es más rítmica que nada. Él canta, ella le acompaña
a dúo en la siguiente parte, después se disgregan y cada uno va hacia un lado
en el sencillo estribillo. Y vuelta a empezar. Es una canción muy hipnótica que
termina apagándose lentamente como los colores de su título, como ese fuego de
la portada que amenaza con extinguirse.
PD: DISEÑO EXTERIOR
En la foto que adjunto, se ve que
el artwork está en consonancia con las
canciones, tampoco es necesario adornar mucho. La carátula es un montaje visual
con unas manos que ofrecen un fuego de color azul. Es un diseño sencillo
realizado por la propia Laura-Mary, que también se encarga de esta labor en
todos los lanzamientos del dúo.
Interiormente, se nos regalan las
letras impresas como si estuvieran manuscritas (se entienden bien). Hay además
fotografías muy buenas, en tono azul muy oscuro e intenso. Muestran interiores,
exteriores, y dos de ellas resaltan las oscuras siluetas de los integrantes
sobre un fondo acuático. Las imágenes están tomadas y editadas también por
ellos mismos.