11 ago 2012

ENGRANAJES PERFECTOS

Recientes estudios oficiales han demostrado que las canciones, especialmente en el sector del pop, cada vez se parecen más. Por muchos artificios bailables y mil retoques de producción que los adornen, hay muchos ejemplos de temas cuya similitud de melodías “canta” por encima de todo lo demás.

Menos mal que, saliendo de lo casi puramente comercial, existen muchos artistas que siguen trabajando por que sus discos sigan brillando a todos los niveles: en pureza musical y vocal, experimentación, originalidad… Seguramente no conozco ni una mínima parte de ellos, y buena parte de la culpa la tiene Fiona Apple, una de mis artistas preferidas, cuyo cuarto trabajo me tiene monopolizado desde que salió a la venta hace unas cuantas semanas.

FIONA, NIÑA-MUJER-GENIO DE NUEVA YORK

Hace mucho, mucho tiempo, escribí una “trilogía” sobre la discografía de esta cantautora y pianista neoyorquina, cuyo brutal talento quedó patente desde 1996, cuando apenas era una adolescente y se publicó su primer disco Tidal. Mostraba ya entonces una madurez vocal, compositiva y lírica increíbles. Temas de pop nada convencional, muy barroco, con la profunda voz y el piano de Fiona como destacados. La canción Criminal, que alcanzó éxito comercial y premios importantes, es un ejemplo perfecto de lo que empezaba a demostrar: ser una de las artistas más precoces, autosuficientes e inteligentes que existen en la actualidad.

Como tantos genios que crean increíbles obras de arte, Fiona siempre se ha auto-influenciado de su personalidad complicada y temperamental escondida tras un frágil e inocente aspecto. Tuvo trastornos obsesivos-compulsivos, quizá también de alimentación, y sufrió un ataque sexual cuando era niña… Son experiencias que por desgracia (aunque también por suerte), calan hondísimo en sus canciones, junto a otras “aventuras vitales” de Fiona algo más llevaderas.

Aunque sus posteriores trabajos no han tenido tanto reconocimiento, yo creo que no ha hecho más que mejorar cronológicamente. When the pawn… (1999) sigue la línea de letras muy honestas y confesionales de sus letras, desde un punto de vista más duro y cínico. Extraordinary machine (2005) tardó mucho en ser lanzado por desavenencias con su discográfica. Mucho más atípica y experimental, su visión introspectiva e irónica de todo lo existencial suponen una nueva colección de canciones fantásticas. 

TRAS LA LARGA ESPERA… YA GIRA “THE IDLER WHEEL”


Desde que descubrí la personalísima música de Fiona Apple han pasado ya seis años, y desde entonces no había publicado ningún trabajo nuevo, si acaso versiones de clásicos y algún que otro tema suelto. Se ha vuelto a tomar un tiempo considerable, para hacer las cosas bien y con mucha calma, y hasta me ha “obligado” a llenar su larga ausencia descubriendo otras cantautoras más recientes.

Pero su hueco en mis preferencias seguía ahí, vigente, y siete años después de su tercer trabajo finalmente llegó el momento de demostrar que la espera valía la pena y alucinar con una colección de apenas diez nuevas canciones, pero que están trabajadas tan al milímetro que llenan como si fuesen plomo. 

La originalidad y genial rareza de Fiona Apple queda patente ya desde el largo título del disco:

The Idler Wheel Is Wiser Than the Driver of the Screw and Whipping Cords Will Serve You More Than Ropes Will Ever Do


Traducirlo no tiene sentido, porque ni literalmente sabría explicar lo que quiere decir. Básicamente es una metáfora que Fiona se inventó a última hora, antes de tener que entregar el disco acabado. Indica lo importante que es que todas las partes del engranaje en una maquinaria trabajen bien unas con otras, que “encajen”. Obviamente, es una idea extrapolable a la composición y realización de música.

Desde la segunda escucha (la primera suele ser para tomar contacto) ya podía asegurar que Fiona ha conseguido superar lo insuperables que podían ser sus anteriores trabajos. En esta ocasión, la instrumentación queda reducida a:
- sencillas notas de su piano;
- su amplia flexibilidad vocal como referencia melódica;
- a mucha variedad de percusiones a cargo del músico que la acompaña en las tareas de producción, Charley Drayton. Todo buen cantante sabe dejar que en ocasiones su música hable por él o ella, y Fiona también eso consigue.

Este es su disco menos accesible, nada de temas comerciales. Con Fiona siempre hay que hay que olvidar esta posibilidad antes incluso de contemplarla. Los temas pueden parecer muy herméticos, similares entre ellos, incluso poco emocionales y demasiado “cerebrales” o técnicos, y es verdad que en apariencia esa es la impresión que ofrecen, pero por debajo de lo puramente musical hay un nivel de intensidad emotiva para aplaudir. En este sentido es imprescindible traducir las letras y sus trabajadísimas similitudes, metáforas y demás recursos literarios.

DIEZ PIEZAS BIEN PULIDAS

El primer tema, EVERY SINGLE NIGHT , se lanzó como single adelanto. Muy poquita instrumentación, en este caso unos golpes de suave producción, y a disfrutar de la voz contralto de Fiona. Siempre he preferido las voces femeninas graves por encima de las “chillonas”.

El videoclip es muy surrealista, ya que el tema va sobre los diversos demonios mentales: 

Cada noche está bien, cada noche es una lucha, y cada lucha está bien con mi cerebro.

DAREDEVIL ya introduce la increíble percusión, que como he comentado es una baza fuerte de este disco, porque casi todo el ritmo depende de ella. Golpecitos de piano, mucha variedad vocal in crescendo, un estribillo contundente... Muy buena.

VALENTINE se centra más en el piano, lento en las estrofas, animado en el estribillo, junto a una letra de desamor más resignada que feroz.

Soy un tulipán en una taza, no tengo opciones de crecer . Estoy en paz, he muerto, me harté.

JONATHAN, también dedicado a una ex-pareja desde un punto de vista tranquilo, tiene un sonido de fondo como de “máquina de vapor” que me encanta. Por lo demás, presenta un piano que, como siempre, dice muchísimo sin grandes complejidades compositivas, y el arte al cantar con tanta intensidad.

LEFT ALONE es un ejemplo de cómo hacer bien muchas las cosas. Primero, el solo de tambor que ilustra el primer medio minuto es magistral. Luego da paso al pegadizo _loop_ de piano que se repite en casi toda la canción... y a los golpes de batería. Fiona hace trabajar sus cuerdas vocales de lo lindo: casi rapea en las estrofas, se atreve con falsetes en el estribillo, recupera su tono arrastrado después, se alza melancólicamente… y vuelta empezar. Quizá el tema más redondo de todo el disco.

¿Como pedir a cualquiera que me quiera cuando todo lo que hago es rogar por que me dejen sola?.

WEREWOLF es de esas canciones pequeñas en apariencia, podría quedar relegado a un segundo plano, porque carece de ritmo de percusión, no es nada pegadiza, y sin embargo resulta preciosa gracias a lo de siempre: voz, piano y letra.

Podría compararte con un hombre lobo por la manera en que me das por muerta, pero admito que yo provoqué una luna llena.

Aún podemos apoyarnos mutuamente, sólo tenemos que evitarnos mutuamente.

Sí se hace un poco raro el sonido de fondo como de patio de colegio que aparece hacia la mitad de canción hasta el final; aún no estoy seguro de si me gusta o no.

De PERIPHERY destaca que se sostiene en un nuevo bucle animado y pegadizo de piano junto a unos sonidos de fondo como de “pies arrastrados”. Curiosa y sencilla producción, una vez más. La letra es divertida, por una vez, criticando las tonterías que tiene la gente que vive en las periferias.

REGRET recupera la oscuridad y las emociones devastadoras para mandar a paseo a una ex-pareja dañina. Golpes de piano tenebrosos, percusión que a mí me resulta cercana al R&B y una voz que se contiene hasta que en el doble estribillo estalla en casi gritos agónicos. Los pelos de punta.

ANYTHING WE WANT es la que más me gusta. En esta ocasión el instrumento de percusión que destaca es metálico, un triangulo, más o menos. La letra es un homenaje a la felicidad de cuando se es niño, y comienza con una de las mejores frases que recuerdo en una canción.

Mis mejillas reflejaban la longitud de onda más larga. (Es decir: se ponía roja de vergüenza)

En la página oficial hay un video en directo

HOT KNIFE cierra el disco con todavía más originalidad de la ya demostrada. Un híbrido entre música tribal y cabaret con algunos solos de piano. Acompaña a Fiona su hermana mayor Maude Maggart, que se encarga de las "armonías altas" (voces agudas). Las estrofas se repiten muchas veces, superponiéndose todas las melodías vocales hacia el final y provocando, paradójicamente, una musicalidad caótica. Un enamoramiento divertido con el que es un gustazo acabar:

Si yo soy mantequilla, él es un cuchillo ardiendo.

IMPRESIONANTE MAQUINARIA INTERCONECTADA

No sé explicarlo muy bien, pero por más veces que escucho este discazo, siempre tengo la sensación de que le sigo descubriendo cosas nuevas por más que ya esté al tanto de cada nota, cada frase y cada instrumento. Veinte veces puedo escucharlo del tirón y veinte veces que me llena casi como la primera. No descarto ni un tema, aunque creo que los mejores llegan hacia la segunda mitad.

La estratosférica visión musical de Fiona siempre va a más, y este es uno de los mejores discos del año (me atrevo a incluir los meses que quedan). Diez temas que funcionan de maravilla por separado, y que a la vez fluyen perfectamente como conjunto. Una obra de arte de la música moderna que es de obligado reconocimiento, aunque no guste el estilo.

Fiona, esperaré los años que haga falta para que lances otra joya sin que caigas en el olvido, y por favor no solo te centres en Estados Unidos en sus giras, en Europa también te esperamos.

EXTRAS




          En CD no se puede adquirir, pero si en iTunes se compra el álbum completo en formato digital, hay un tema extra, LARGO. Es bastante breve, solo a piano y voz. Homenajea una sala del mismo nombre situada en Los Angeles donde Fiona realiza numerosas apariciones.

          El artwork que ilustra el libreto corre a cargo de la propia Fiona en su totalidad, demostrando su talento en otro ámbito. Hay dibujos extraños, de personas y animales, algunos a color y otros que son apenas bocetos. También aparecen las letras de los lemas escritos (bueno, impresos) a mano.

Con la portada, que es un autorretrato abstracto, pasa como con las canciones: no parece muy artística al principio, pero fijándote bien se aprecia el curioso, original, profundo y creativo trabajo que conlleva.

          La edición especial del disco se vende en formato físico diseñado como si fuera un diario. Ofrece artwork adicional, notas escritas a mano mientras componía las canciones, un poster de la portada, dos fotografías hechas por ella misma, y un DVD con cinco temas, antiguos y nuevos, en directo.

1 comentario: